El Día Internacional de las Familias pretende crear conciencia sobre el papel fundamental de las familias en la educación de sus hijos e hijas desde la primera infancia.
Esta fecha se establece a partir de los años ochenta, sin embargo, la Asamblea General de las Naciones Unidas no lo proclama como día oficial hasta 1994, tomando en cuenta que la familia es el núcleo central de cualquier sociedad.
Las familias actuales son diversas: familia nuclear (papá, mamá e hijos/as), familias biparentales sin hijos, familias biparentales con hijos, familias homoparentales, familias reconstituidas, familias monoparentales, familias de acogida, familias adoptivas y familias extensas.
Cada familia siente y vive de manera distinta, pero forman un sistema de valores que se transmiten entre generaciones, un sistema que les permite evaluar las maneras más adecuadas y sanas para lograr una convivencia inter e intra personal.
Desde el Centro del Profesorado se han elaborado estos carteles para conmemorar el día de las familias y que puedan hacer uso de ellos en los centros educativos.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), podemos definir a la familia como el “conjunto de personas que conviven bajo el mismo techo, organizadas en roles fijos (padre, madre, hermanos, etc.) con vínculos consanguíneos o no, con un modo de existencia económico y social comunes, con sentimientos afectivos que los unen y aglutinan”.
Los tipos de familia actuales son muy diferentes a las familias de 50 años atrás, así como esas también lo eran respecto a las de 50 años más atrás. La evolución del concepto y los tipos de familia ha variado progresivamente al igual que lo ha hecho la sociedad y la cultura, dando lugar a una diversidad.
Donde antes solo se podía hablar de la familia nuclear (papá, mamá e hijo/s), actualmente tenemos otros tipos de familia: las familias biparentales sin hijos, familias biparentales con hijos, familias homoparentales, familias reconstituidas, familias monoparentales, familias de acogida, familias adoptivas y familias extensas.
Este desdoblamiento del concepto de familia, además de caminar cada vez más hacia la inclusividad, nos indica que la estructura familiar no es un factor determinante para decidir si una familia es funcional o no. Poco o nada tiene que ver la forma que tenga una familia con su buen funcionamiento: lo más importante son factores como la armonía, el cuidado y ayuda mutuos, el amor, el respeto y la unión.
¿Cuál es la función de la familia?
De acuerdo con Allard, las funciones de una familia están relacionadas con cubrir una serie de necesidades básicas:
Necesidad de tener: refiriéndose a lo material, son los aspectos económicos y educativos necesarios para vivir
Necesidad de relación: la familia enseña a socializarse, comunicarse con los demás, querer, sentirse querido, etcétera.
Necesidad de ser: la familia debe proporcionar al individuo un sentido de identidad y autonomía de unos mismo
Una de las funciones que más peso tiene, de acuerdo con la literatura, es la vertiente socializadora de la familia. Gracias a este proceso, las personas adquirimos los valores y las conductas o normas que son más aceptables en la sociedad en que vivimos. En definitiva, la familia nos prepara para vivir en sociedad desde el ambiente de seguridad que nos proporciona; es el primer entorno al que los niños/as acceden para relacionarse y aprender, motivo por el cual es fundamental que la familia pueda cubrir esta necesidad básica para que tengan buen ajuste psicosocial en la adultez.
Tipos de familia actualmente
En la actualidad existe una gran diversidad de familias, todos los tipos de familia actuales existen en igual capacidad en lo que se refiere a cubrir las necesidades básicas que le competen. A continuación repasamos cuáles son los diferentes tipos de familia que existen actualmente.
1. FAMILIA SIN HIJOS
Este tipo de familia está formada por una pareja sin descendientes. Cada vez son más las parejas que deciden conscientemente no tener hijos/as por múltiples razones personales. En otros casos, la infertilidad de uno o ambos miembros no se puede solucionar médicamente, motivo por el cual algunas parejas no tienen hijos.
El hecho de tener hijos no es sinónimo de ser familia, las parejas sin hijos también son familias.
2. FAMILIA BIPARENTAL CON HIJOS
La familia biparental con hijos es la más clásica, también conocida como nuclear o tradicional. Está formada por un padre, una madre y el/los hijo/s biológico/s. La mayoría de la población, al pensar en una familia, se imagina a la familia biparental con hijos/as. Aunque cada vez se esté ampliando más el término, culturalmente aún podemos decir que es el tipo de familia más popular.
3. FAMILIA HOMOPARENTAL
Las familias homoparentales son aquellas que están formadas por una pareja homosexual (de dos hombres o dos mujeres) con uno o más hijos. Aunque no es una familia nueva, su presencia en la sociedad ha aumentado significativamente en los últimos años.
Este tipo de familias han tenido que luchar contra los prejuicios derivados de la homofobia: mientras poco o nada se cuestiona la validez y capacidad de una pareja heterosexual para formar una familia, las parejas homosexuales con hijos parece que hayan tenido que recurrir incluso a investigaciones científicas que prueban su legitimidad como familia. Afortunadamente, conforme la sociedad avanza, también lo hace la aceptación de las familias homoparentales.
4. FAMILIA RECONSTITUIDA O COMPUESTA
Esta clase de familia probablemente es la más frecuente en la actualidad debido a la creciente tendencia a la separación y al divorcio. Como se deduce de esta introducción, las familias reconstituidas o compuestas son las que están formadas por la fusión de varias familias biparentales: tras un divorcio, los hijos viven con su madre o su padre y con su respectiva nueva pareja, que puede tener también sus propios hijos a cargo. Además, el otro progenitor también puede tener una pareja con hijos/as, por lo que estos hijos/as formarán parte de una gran familia compuesta.
5. FAMILIA MONOPARENTAL
Este tipo de familia, de igual forma que ocurre con la homoparental, no está exenta de crítica y prejuicios, tanto en el caso de mujeres como de hombres, aunque estos últimos sean aún una minoría. Las familias monoparentales están formadas por un único adulto con hijos/as. Generalmente, son más frecuentes las llamadas familias “monomarentales”, en las que el adulto presente es la madre.
A pesar de que existe mucha gente que cree que las familias monoparentales están incompletas, no es cierto que ese progenitor único necesite forzosamente la ayuda de otro adulto para tirar adelante. Cada vez son más las familias monoparentales que están surgiendo en nuestro país.
Las familias de acogida constan de una pareja o un único adulto que acoge a uno o más niños de manera temporal mientras que no puedan vivir en su familia de origen o mientras no encuentren un hogar permanente. Son familias temporales que se encargan de ofrecer a menores en situación de necesidad el mejor entorno posible hasta que sean adoptados definitivamente o hasta que su familia biológica pueda ocuparse de ellos. El acogimiento puede ser de urgencia, de corta duración (hasta 2 años), de larga duración (más de 2 años) o de fines de semana y vacaciones escolares.
7. FAMILIA ADOPTIVA
Las familias adoptivas constan de una pareja (o un adulto en solitario) con uno o más hijos adoptados. Pese a no tener vínculos de sangre, son igualmente familias que pueden desempeñar un rol parental igual de válido que las familias biológicas.
Muchas familias, por problemas de fertilidad, optan por adoptar como forma de acceder a la parentalidad. Otras familias, por convicción personal, prefieren adoptar que concebir. Sin embargo, es frecuente que las familias adoptivas se concentren en los países desarrollados, dado que sus ciudadanos tienen más recursos económicos para poder adoptar.
8. FAMILIA EXTENSA
La familia extensa está formada por varios miembros de la misma familia que conviven bajo el mismo techo. De este modo, pueden convivir padres, hijos y abuelos, o padres, hijos y tíos, etcétera.
También es un ejemplo de familia extensa la situación en que uno de los hijos tiene su propio hijo y conviven juntos, o cuando sobrinos se mudan con sus tíos y primos.
Este tipo de familia está tradicionalmente más extendido en países con menos recursos económicos. También es frecuente en países donde culturalmente se valora la unidad del grupo familiar, como es el ejemplo de Japón, donde es frecuente ver que los padres del padre de familia conviven bajo el mismo techo que la familia nuclear de su hijo.
Todas diferentes, todas son familia
Es evidente que las familias han cambiado aunque, quizá, la aceptación social no las ha acompañado al mismo ritmo. Son muchos los estudios que ponen de relieve que estas familias se encuentran con el rechazo de la sociedad en que viven, dado que la población tiende a quedarse estancada en sus valores y creencias.
Cuando se produce un cambio social, el desconocimiento general de la población tiene la característica de vaticinar unas consecuencias terribles a la novedad: “cómo vas a ser madre tú sola, no se puede”, “los hijos de gays serán gays seguro”, “el novio de tu ex manipulará a tu hijo”, “pero si no tenéis hijos, ¡cómo vais a ser una familia!”.
Los prejuicios y estereotipos generan malestar, tanto en quienes lo dan como en quienes los reciben. Normalizar las nuevas formas de ser familia es fundamental tanto para los adultos como para los niños. Finalmente, un clima de hostilidad puede llegar a ocasionar problemas psicológicos en los miembros de las familias “no tradicionales”.
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