Romance
“La última boda del Risco”
Julio del setenta y dos,
el gran día estaba cerca,
el día de nuestra boda,
planeada ya la fiesta,
ya listos los invitados,
ya listas las vestimentas.
Dionisia hizo mi vestido,
rosa como las hortensias,
lo cosió con mucho esmero,
cariño, amor y paciencia.
Mi gran marido Miguel,
a causa de la impaciencia,
contaba todos los días
que aún quedaban de espera.
En la mañana anterior,
me asomé yo a la azotea,
vestido y preparativos
subirlos un problema era.
Bajé el camino del Risco
derecha por la vereda.
Cargaba cestos vacíos
pero mi alma estaba llena.
De tartas, vino y rosquetes
abajo llené las cestas.
Risco arriba caminé,
pues no había carretera.
Cansada arriba llegué
ya que el camino duro era.
No descansé por la noche,
esta me la pasé en vela.
Con alegría y con ganas,
ya la boda estaba cerca.
Llegó el esperado día,
las siete y cuarto eran,
bajamos juntos el Risco,
camino ya de la iglesia.
Nuestro querido sendero,
de exuberante belleza,
las historias recordaban,
en sus abruptas laderas.
Lo bajamos con cuidado,
no queríamos sorpresas,
muy poco tiempo faltaba,
quedaba poca vereda.
Una vez en El Molino,
sacamos la vestimenta,
allí ambos nos la pusimos.
¡Ay, nos quedaba perfecta!
De la ceremonia era hora,
el cura estaba en la iglesia,
nos unió allí en matrimonio,
por toda nuestra existencia,
en las buenas y en las malas,
hasta que uno pereciera,
para que el amor durara
y no se desvaneciera.
Ya terminado el enlace,
ya con la ceremonia hecha.
Ya los invitados listos
para subir la ladera.
Junto a mi gran comitiva
amigos y parentela,
subimos camino arriba,
con las flores veraniegas,
que alegraban la subida,
y la hacían más amena.
Paradas tuve que hacer,
iba lenta, sin carrera.
Junto a coplas y folías,
se brindaba con mistela.
Rosquetes junto a licores,
las queridas cestas llenas.
Estando todos en Teno
la mesa esperaba llena,
celebramos el festín,
papas con mojo en bandeja.
¡Qué felices estábamos!
ya con la barriga llena,
nos pusimos a bailar y
cantar el baile de cuerdas.
El baile ya se alargaba,
amigos bailando fuera,
ya la luna se asomaba,
finalizaba esta fiesta.
Nuestro amor quedó fraguado,
mucha constancia y paciencia
dieron frutos deseados,
inolvidable experiencia.
Un nuevo camino juntos,
por una nueva vereda,
repleta de desafíos,
vivencias y muchas metas.
A Doña Emilia y Miguel
ROMANCE ELABORADO POR EL ALUMNADO DEL IES BUENAVISTA DEL GRUPO DE 4º DE LA ESO DEL CURSO 2022/2023